Soy así de masoca y como estoy a no comer, pues sólo quiero comer y comer incluso más que cuando no lo estoy. ¡¡¡Me encanta Merendar!!!
Valeeeeee, los huevos rellenos con mayonesa de anoche no cuentan y hoy prometo ser buena, pero al menos dejad que me acuerde de este momento...
Hacía tiempo que no comía un postre tan espectacular, tan fino, tan delicado, tan increíble.
Salivo sólo de pensar en el orgasmo culinario que me produjo. Mmmmmmmmmm.
Nos lo han traido nuestros amigos "pitis", Laura & Family, que siempre la muy sibarita me enseña unas cosas para odiar y reodiar. Jeje.
Es como..., no sé, como una mouse de praline de avellana, pero no empalaganada. Al parecer también lo hay de chocolate. Y si lo llevas como presenta a una comida/cena/merienda a la que eres invitada, quedas como una señora.
Es de una pastelería-panadería de origen zaragozano, Panishop, hay varias por Madrid (y por distintas ciudades españolas) y venden todo tipo de delicatesen. En la web no hablan del pastel ruso y noooo lo entiendooooo, ¡con lo rebueno que está!
También lo venden en el Rincón del Gourmet de El Corte Inglés, y es originario de Huesca (¿recordáis mi historia con la muñeca de Huesca?).
En el siguiente blog ponen una receta que aún no he probado, es SIN GLUTEN y cuenta un poco de la leyenda del nombre de este dulce: Marisa de Orta. Ya probaré a hacerlo y os lo contaré de mi peculiar manera.
¡Dulce miércoles!
¡Dulce miércoles!
Besos.