Me sobran razones, se me salen por las orejas. Ya os he contado otras muchas razones, pero hoy os presto éstas.
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Tenemos árboles navideños.
Podemos dejar de lado las excusas. Si no tienes árbol, lo pintas.
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Son días de dulces navideños.
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De elegir un elemento de decoración nuevo lleno de buenas vibraciones.
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De comidas o cenas improvisada
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De ver cuento de Navidad.
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De leer cuentos de Adviento cada noche.
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Ir a tiendas especiales a comprar uvas y piñas.
Desayunar con compis en sitios que nunca puedes.
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Tranquila y sosegadamente, sin hablar de curro.
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Si se te hace pesado o duro, prepárate un cafelito.
Algunos son, cómo diría, muy Walking Dead...
Son días de dorado.
De pintarse las uñas a juego.
De buscar complementos y regalos molones.
Son días de plata y tener las botas limpias y grandes para recibir regalos.
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Son días de ropa calentita.
De obras de teatro.
De actuaciones.
De disfraces.
Son días de recibir Postales y Christmas.
De poner los deseos geniales encima de la chimenea.
Que ninguna Boa constrictor deshaga tu muñeco de nieve.
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Levántate con buen pie y que ningún mal pensamiento te estropee las fiestas.
Ah, y gracias, siempre hay que dar las gracias. Por tener gente tan genial al lado.
¡¡¡Felices fiestas!!!