Estoy llorando aún, cómo se puede ser tan, pero tan Pava. Y lo peor es que no hablo de nadie, hablo de mí misma. Es que lo de hoy ha sido mucho. Para incapacitarme tanto o más que al Pichu, si es que menuda familia desastre... Incapacitar al Pichu
Hasta he dudado en enseñaroslo porque mi Re -puta-Ción (hay palabras que me encantan de per sé) va a quedar a unos niveles de no ir por la calle, pero soy una bocas y tengo que contaroslo.
Te levantas cuando casi te has acostado, además ni pasarás por casa, has quedado por la noche, te duchas (o mejor dicho, te cae agua), preparas Toga (me llevo mi propia Toga a los juzgados, soy muy escrupulosa y no me gustan las que te dejan en los juzgados, temas de olores...), publicas entrada del blog, colocas las cosas de Hugo (agenda, baby,...), a levantar al niño (que no quiere y encima el mamón inútil ni sabe hacerse el desayuno y quiere bailar en vez de vestirse y se va de escapista en bolas por mitad de tus dominios), te ves un pelo, te peinas otro, no te da tiempo al café, la carpeta, las gafas, el móvil, el portátil, la americana, ¡coño los zapatos! (ir con las Converse y el traje no le va a gustar al Ministerio Fiscal), mensajito al Pichu: "Buenos días coliflor, te extraño un po, vamos a tener un día increíble, no te agobies. ¿Te invito a comer a las 16h?".
Efectivamente, soy una histérica, a las pruebas me remito: No puedo tranquilizarme.
Seguimos. Calabaza al coche y a la guarde:
- Buenosssss días, Santaaaa Mamá (Cositas de santas mamas).
- Buenos días Lunita, tienes juicio, eh. ¡Qué arregladita vienes hoy!
(tono rintintin, claro. Es que este año he decidido que voy a la guarde cómoda y me doy una vuelta con Hugo y no, no voy hecha un pincel, voy "guarra", como un fin de semana).
- Buenosssss días, Santaaaa Mamá (Cositas de santas mamas).
- Buenos días Lunita, tienes juicio, eh. ¡Qué arregladita vienes hoy!
(tono rintintin, claro. Es que este año he decidido que voy a la guarde cómoda y me doy una vuelta con Hugo y no, no voy hecha un pincel, voy "guarra", como un fin de semana).
- ¿Qué tal fulanito? ¡Qué salao está!
- Sí, aunque se cayó ayer
- Poobreee.(si, si, pobre).
- Sí, aunque se cayó ayer
- Poobreee.(si, si, pobre).
- Je je (me dice).
Ya me mosqueó ese jeje, era la primera vez que medio hacía ese ruido en tres años. Fue mosqueante, pero no hice mucho caso porque sólo pensaba en si me atascaría al bajar a Madrid. Agarré a Hugo, le solté escopetada y me piré a currar.
Allí entraba yo, en el buque insignia de los Juzgados de Madrid, ¡en Plaza de Castilla! Menos mal que ese día no había prensa y mientras el de seguridad venía corriendo hacía mi con aspavientos y gritandooo, me giré y me vi reflejada en el espejo de la puertas de la entrada...
Allí estaba yo, tan divina, con mis mechitas perfectas, el pelo y el traje impoluto y dos cosillas en la cara cual maquillaje de Carnaval de indio. Fijaté que siempre me miro y me remiro, sé donde me reflejo de mi casa a cualquier sitio que vaya. Perooooo, a vecessss las prisasssss no esque no sean buenas, son una putada y la hija puta Santa no me dijo ná, si es que no me extraña que la critique y más que lo voy hacer, será...!!!
No os voy a decir nada más, que tengáis un finde estupendo y os riáis hasta de vosotros mismos tanto como yo lo hago de mí misma.
Besos.
Besos.