Me gusta que jueguen y les propuse un circuito de chapas pirata. Hugo las había descubierto hace un par de semanas y eran su tesoro. Nos han dado mucho juego, pero no sabían qué eran, ni qué podían hacer con ellas, así que lo fliparon triplemente.Cogimos unas tizas de colores, unas pintu y empezamos.
El que caía en los tiburones tenía que retroceder hasta distintos lugares que eran etapas y si quedabas en ciertas líneas a empezar se ha dicho.
Era un circuito del tesoro de la releche, con lagos, trampas y muy muy largo. Lo justo para estar media mañana sin ver la tele y llegar a un Piraperitivo fuera, tan ricamente.
A Hugo le gusta disfrazarse para jugar o me pide que lo maquille, pero odio desmaquillarle, no me gusta nada, así que uno de los requisitos para maquillarle es que se lo quite él y todos contentos.
Ya sabéis que desde que es pequeñín le he ido imponiendo tareas durísimas: quitar la mesa y la ropa del tendal, barrer, recoger sus cosas, hacerse la cama, vestirse, ducharse,... Soy así de bruja, qué le vamos a hacer.
Las medusas eran peligrosas.
Ahora Hugo iba a enseñar a sus hermanos lo que molaban Las Näps y cómo hasta un niño pequeño puede desmaquillarse solito.
Mira Jaime, primero el agua.
Ves cómo va creciendo.
Ahora, la vas desenrollando.
Es guay, eh.
Y crece.
Casi como una toalla.
Y puedes ponerle distintos aromas.
Estiras y abres.
Puedes hacerlo tú solito.
Las puedes reutilizar.
Ahora me miro en la ventana a ver qué tal lo he hecho.
Me queda un poquito.
A seguir limpiándome.
Chicos, ¿a que mola hacerlo solos?
Besos.