El sábado fue un día grande para muchos, ¡madre mía lo que puede dar de sí un partido!
Quizás antes, cuando era más futbolera, no veía la marabunta, pero ahora desde fuera ya no me parece lo mismo.
Sigo dando "pol saco", soy Porculera (¡qué le vamos a hacer!) y mi naturaleza picona e irónica, aunque quiera, no se me cura.
Así que, para los agraciados, de nuestra parte.
Para los que sienten los colores de corazón, también de nuestra parte.
Nuestros ramos a juego con las situaciones en algodondeluna@gmail.com o en el 606619349
¿Os acordáis de Nélida? Mirad qué grande este vídeo, aparte de colaborar con Greenpace, lo veo absolutamente grandiosos. Ahora quieren que callemos y regular todo, pero desde nuestras calles, desde nuestra plazas, incluso desde nuestros bares nos deberían escuchar. Se han ampliado las tribunas públicas, se han ampliado los medios y sigo sin entender el miedo a la palabra, sigo sin entender la necesidad de silenciar opiniones adversas y sigo sin entender cómo, si puedes hacerlo, no solucionas las cosas y en vez de eso coartas la libertad de opinión y con ello la vida. El derecho a la pataleta, aunque sea inservible, es lo único que a veces nos queda y muchas veces si no chillas, no se te escucha.
¿Os acordáis de Nélida? Mirad qué grande este vídeo, aparte de colaborar con Greenpace, lo veo absolutamente grandiosos. Ahora quieren que callemos y regular todo, pero desde nuestras calles, desde nuestra plazas, incluso desde nuestros bares nos deberían escuchar. Se han ampliado las tribunas públicas, se han ampliado los medios y sigo sin entender el miedo a la palabra, sigo sin entender la necesidad de silenciar opiniones adversas y sigo sin entender cómo, si puedes hacerlo, no solucionas las cosas y en vez de eso coartas la libertad de opinión y con ello la vida. El derecho a la pataleta, aunque sea inservible, es lo único que a veces nos queda y muchas veces si no chillas, no se te escucha.
Ayer fue un gran día.
Yo fui una de las que se leyó (por encima, obviamente) el proyecto de Constitución Europea, lo imprimí y hasta subrayé algunas partes antes de votar el No. Me hacía mucha gracia oir a nuestros representantes decir lo bueno de una Constitución Europea (cosa que ya me mosqueaba) y que tú sabías que decía lo contrario y que no tenía nada que ver con los intereses de nuestro país y mucho menos de los de una Unión como la que soñó Jean Omer Marie Gabriel Monnet. Uno de mis sueños era tener una cátedra Jean Monnet y dar clases magistrales.
Como buena amante del Derecho Comunitario, yo también soñé con un proyecto Europeísta con una fuerza y una unión tales que desmontaran barreras y que nos hiciera creer en un nosotros, mucho más allá que sentirnos de nuestro barrio, yo me lo creí muchos años. Quizás no ha salido mal por mis sueños ni por los de muchos, si no por gente que no llegaba a las votaciones, por gente que no ha estado preparada, que no ha estado a la altura y por mucha amoralidad que nos rodea. Pero no de la gente pequeña que sueña, sino de otros, de algunos tristes que han acabado con un sueño y con una realidad que se estaba consiguiendo.
Yo he ido a votar, he ido a votar porque costó mucho que tuvieran ese derecho las mujeres y he ido a votar porque quizás sean las últimas elecciones Europeas antes de que caiga otro sueño que yo tuve, un sueño llamado Europa.
Pero hoy pienso que...
PODEMOS
Besos.