Hacer galletas me parece un buen plan. De hecho, lo hacemos mucho, pero me gusta que siempre sea diferente (al menos eso intento) aunque ya sabéis que los niños a veces quieren lo mismo de lo mismo millones de veces, como si entraran en bucle.
Hugo llevaba desde la semana pasada deseandito y nos esperamos al finde para hacerlas con sus hermanos y así disfrutarlas juntos, pero vamos, que mañana tenemos que hacer más nosotros dos solitos porque nos hemos quedado sin reservas en la Galaxia.
Hugo llevaba desde la semana pasada deseandito y nos esperamos al finde para hacerlas con sus hermanos y así disfrutarlas juntos, pero vamos, que mañana tenemos que hacer más nosotros dos solitos porque nos hemos quedado sin reservas en la Galaxia.
El otro día, en Just Married, conocí a unas Mónicas riquísimas con una tienda On line y un sitio físico de repostería y que además impartieron talleres de galletas que fue un éxito. Os dejo la shop o tienda de endulzando vidas.
Vimos sus maravillas y vimos estos cortadores y nos los compramos (por 7,50€ me pareció que era un delito no hacerlo), luego tuvimos que comprar un segundo juego al enseñarlas, nos lo pidieron vía Facebook nada más verlas (es que son absolutamente geniales del todo).
La idea era teñirlas con colorantes (también en su página más baratos que donde yo los compré) y que quedaran molonas, creo que salió genial.
Mejor amasa con guantes, entre las uñas no sale el muy cab#&^ del colorante y parecerás un pitufo, por eso al Husa Princesa lleve las uñas azules, que todo lo queréis saber, jajaja.
¡Venga todos!
Así quedaron una vez horneadas.
Luego, los peques tenían un cumple, así que marchando una caja de pastas.
¿Cuál será tu padre?
Y por la tarde, una de Lego de Star Wars (con palomitas, of course).
La entrada hay que leerla siempre con la musiquilla de la peli.
¡Qué el azúcar os acompañe!
Besos.
¡Qué el azúcar os acompañe!
Besos.