Que las plantas de Oncología son lo peor del mundo es algo incuestionable.
Que nos olvidamos de las cosas también es algo incuestionable y Mateo ha conseguido mucho, pero no podemos olvidarnos #M4M.
Podemos encontrar sonrisas, podemos encontrar esperanza y podemos intentar seguir.
Ojalá no tuviéramos que hablar de esto, pero aunque no se hable de ello, las cosas no dejan de pasar.
Este fin de semana se recordaba el día del Cáncer infantil y creo que nadie tiene que olvidarlo. Es el día siguiente a San Valentín, tanto amor se ha de seguir dando cada día y quien más lo necesita son ellos. Tienen que recordar lo afortunados que somos.
Que tienes que recordar que es lunes, pero no estas metido en un hospital o agarrado a una taza de un váter. Que puedes hacer cosas muy superficiales y no pensar si alguien a quien adoras podrá estar a tu lado al segundo siguiente. Algunos somos muy afortunados.
Tenemos que vivir y tenemos que luchar por ellos, por sus papás, por sus familias, para apoyarlos, para que no se deje de luchar por ellos, porque nuestros impuestos han de servir para salvarlos, para apoyarlos, para que se investigue, para que no falte de nada. Porque mañana podemos ser los siguientes y, por si lo somos, que nadie esté libre de podernos ayudar. Hagámoslo, aunque sólo lo hagamos por este motivo tan egoísta.
Tenéis millones de formas de hacerlo, existen fundaciones como Aladina, podéis ayudar económicamente, podéis donar médula (es una tontería y se ayuda mucho), podéis no dar la espalda y seguir sonriendo.
Y porque es uno de los valores esenciales que quiero enseñar a mi hijo, la solidaridad, porque no quiero que sea un gilipollas, quiero que sea persona y que sea solidario.
Besos.