Ahora es cuando pensáis qué leches tiene esto de buen rollito...
Aunque no os lo creáis, cuando me voy a tomar cañas no llevo el bolso ni el móvil, meto algo de pasta en el bolsillo trasero del pantalón, abrigo y a pasarmelo bien. Ni fotos, ni publicaciones en redes sociales, ni nada de nada. De hecho, hace unos días había quedado en un bar y hubo cambio de planes y allí seguía yo, esperando y no me localizaban; pero vamos, me tomé 3 cañas de más tan ricamente y me encontraron como nos encontrábamos antes de tanta tecnología.
Vi el vídeo hace tiempo y me iluminé (me acojoné) y me dije, "Qué coño, voy camino de convertirme en esa gente que rodea a esta pobre chica tan genial", y me desenganché. Así, sin más, no quiero dejar de tener vida, me da miedo perderme mi vida.
Cuando estoy con Hugo en la bañera, hacemos pompas y nos reimos. Tenemos nuestros ratos sin tecnología ninguna. Cuándo estoy de cañas, estoy de cañas. Cuando estoy de comida o de cena, estoy a lo que estoy, lo prometo y creo que lo cumplo. Cuando estoy con mis chicas, estoy con mis chicas.
No me gustaría que la gente que quiero piense que no quiero estar a su lado, que no la disfruto, que no la valoro, que tengo mejores cosas que hacer,...
¿Tú puedes hacerlo?
Yo sí, puedo y lo hago, pero lo mejor es que lo cumplí en el 2013, ¿os acordáis de mis propósitos? Cumplí casi todos, la verdad, este año he de seguir mejorando y manteniendo lo logrado. Ya os contaré los de éste, que casi no me he enterado que estamos en Enero.
Besos.