Ya sabéis que estoy poco preparada para yuyus de niños y cuando, por una cosa determinada, coge una rabieta dos días ya me veo en el psicólogo, pediatra, leyendo libros y hecha polvo por no controlar un problema.
¿Os acordáis cuando os contaba lo del Yuyu al agua o a mojarse el pelo con jabón? No le gustaba, vete a saber qué le pasaba en la bañera, ¡y eso que ama el agua!
Pues con el tema uñas, uufff. Ni idea de por qué cambió, fue todo un papelón, no le salía de los mismos. No sé si le hicimos daño algún día o no sé cómo empezó el miedo, pero se emparanoió. Si era por perreo o por pura desobediencia, pero no, no y nooooo. Si hasta lloró y es que hemos sido muchas cosas, pero no precisamente de llorar.
Pero Pichu solucionador, ve chorrada de 0,30€ y la compra, lo ha vuelto a hacer, sus ñapas o chorradas funcionan ¡y a qué nivel!
Era ver un cortauñas y Hugo se revolcaba y se escondía, a su lado, la niña del exorcista parecería una principiante. Así que imaginaos el papelón cuando hasta dos veces por semana se las cortas. Ni idea de si todos los niños del planeta tienen semejantes mejillones, pero os que le podría hacer la manicura francesa y dejarle un buen trocito blanco de lo largas que las tiene cada 4-5 días, ¡aluflipante! Así que, yo que soy agónica, cada vez que acababa pensaba que en horas me volvía a tocar a amordazar a la criatura histérica, si hasta me han salido calenturas sólo de pensarlo.
Solución: el cortauñas felizzzz.
Mira que guay, que genial, que increíble. Y lo mejor de todo es que a veces usamos otro cortauñas distinto y se ha dejado sin ninguna historia ni amputación de dedo o brazo.
Mira que guay, que genial, que increíble. Y lo mejor de todo es que a veces usamos otro cortauñas distinto y se ha dejado sin ninguna historia ni amputación de dedo o brazo.
Miradle la cara de chungo que me ponía, lo hubiera estampanao, uufffff.
Aynssssss, soy más feliz con estas soluchorradas...
Os las cuento por si os funciona o si al menos os doy una idea, para alguna cosilla que os surja.
¡Mirad la carita sonriente del corta uñas!
Ya os contaré los miedos a la oscuridad y a los monstruos, ¡no duraron ni 48 horas!
Besos.
Besos.