Nos enseñan muchos valores. Siempre he pensado que son necesarios y yo estoy muy agradecida por los que me inculcaron mis padres.
Cada vez me fastidia más la gente agorera, la mustia, la negativa; me hastían y me crean desazón. Si alguien esta mal, tiene problemas o incluso esta enfermo es lógico que se desahogue. Pero sólo por eso, por desahogo, porque creerse sus propias tonterías sobre su malestar me revienta a sabiendas de que no es cierto.
Cada vez me fastidia más la gente agorera, la mustia, la negativa; me hastían y me crean desazón. Si alguien esta mal, tiene problemas o incluso esta enfermo es lógico que se desahogue. Pero sólo por eso, por desahogo, porque creerse sus propias tonterías sobre su malestar me revienta a sabiendas de que no es cierto.
Mucha gente lo tiene todo, un trabajo, salud, cariño, familia, amor y nunca le vale, siempre es desgraciada porque fulanita tiene esto o tiene más o de otro color que lo suyo. Y eso les hace desgraciados e infelices, no disfrutan de lo suyo. Qué pena, ¿no?
Y hoy es de esos días que media humanidad está mal.
¡Por Dios, que sólo es Septiembre! Un mes por cierto de puta madre (para mí). Aunque todo el mundo esté jodido, desalentado y con una cara de perro que es casi imposible ir a ningún lado sin querer pegar tres tiros, escupir al prójimo o darle una patada para que sonría (¡qué yo no te he hecho nada!). Un poco exagerado, de verdad.
En serio, ¿es para tanto? Madrugar significa muchas cosas y, entre ellas, tener que ir a trabajar. Me parece amoral quejarse del trabajo cuando no todos tienen la gran suerte de tenerlo. Que sí, que las quejas normales las entiendo y las respeto, pero al octavo UUFFF de la misma persona como si se acabara el mundo o lo maltrataran, pues mira no puedo.
Enmanuelle eres grande, muy grande y tu madre más. El siguiente vídeo creo que hoy mucha gente debería verlo, para sentirse afortunada. De verdad, lo somos y mucho.
Mucha gente pensara que soy gilipollas por lo que hago, pero me enseñaron a dar las gracias, ¡gracias mami! En un hospital, un día aprendí que cada día (de los mil millones que estuve ingresada) podía levantarme (bueno, no todos) y hasta me podía asomar a una ventana. Lo alucinante era cuando podía apoyarme en el balcón de la terraza, significaba que había llegado a la puerta, al pasillo, que lo había recorrido y podía llegar al balcón.
Uuffff, eso era un uffff de la leche, de esos de decirlo, de gritarlo y sentirte súper afortunada y dar gracias. Recuerdo esa sensación como acojonante y ahora no necesito estar jodida o mal ni para sentirla ni para quejarme.
Somos muy afortunados por despertarnos cada día y saber que vas a abrir a los ojos al segundo siguiente, ahora quiero absorber todo lo que me rodea, para bien y para mal. Por desgracia siempre tenemos un mal, pero nunca es lo suficientemente malo como creemos y siempre tenemos gente que nos rodea que ese mal lo han tenido desde siempre. Es amoral creerse el ombligo del mundo. Es amoral, por los que nos rodean, no luchar y, sobre todo, es amoral no sonreír al resto del mundo cuando te sonríe.
Sonríe y disfruta, ¡vamos!
He intentado buscar la autoría de esta foto o el sitio de la página ,pero no he sido capaz de encontrarlo,la he sacado de Pinterest,pero el enlace estaba roto
Besos.